sábado, 3 de septiembre de 2011

29 de agosto, Fujiyama

Empezamos el día tempranito (bueno, más o menos como todos) y Kiyoshi san nos hizo de chofer y gerente de intendencia. Yo iba mirando con interés por la ventana si aparecía algo según ibamos hacia el norte, hasta que me dijeron hacia donde mirar. Era dificil verlo entre la niebla, pero allí estaba: Fuji yama (Monte Fuji):


Entonces paramos para comprar el desayuno y el almuerzo, y le saqué otra foto:



Carreteras:


El objetivo al fondo:



Una vez llegados a la zona de acceso, comienzas a subir por las laderas, llenas de bosque:


Y en el punto del aparcamiento, comienza la ruta de ascenso. Hay 4 rutas, subiríamos por una y bajaríamos por otra distinta. Comenzamos con el equipamiento:


Desde aquí veíamos el manto de nubes a nuestra altura:


Partida. 2400 metros para la cima:


Delante nuestro, un muro de niebla. El camino está muy bien marcado, con una cuerdita continuamente, es muy difícil perderse:

Poco a poco ibamos ganando altura. No veíamos la cima ni el primer "campamento", pero de vez en cuando había algún claro y aprovechaba para sacar una foto:



Dejando uno de los refugios atrás:


Hay que tener cuidado con la subida, 3 o cuatro personas dieron la vuelta con dolores de cabeza debido al cambio de altitud. Nosotros fuimos a paso tranquilo y se hacía bien. Pero cuando intentabas pedirle algo más al cuerpo y dar varios saltos o subir escalones altos, se nota la falta de oxígeno. Keiko san y Maki san nos alcanzan:


Descanso en el no sé si 7º u 8º refugio:


Al parecer se estila llevar un palo de bastón y le ponen sellos marcandolo con un hierro al fuego de los sitios por los que pasas. Aquí estoy yo con mi bastón de ascensión al Fuji:


Durante dos escasos minutos se levantó la niebla y vimos la "cumbre":


Y hacia abajo un poco:


Aquí tengo a Takahiro san que es muy fotogénico, aprovechando que le pillaba con la tori. Las puertas, son un aviso de que entramos a un sitio sagrado y que debemos prepararnos. Por supuesto, el Fuji es un sitio sagrado:


En los postes de una antigua tori clavaban monedas. No sé porqué será, pero en las estatuillas que hay a veces en los caminos también dejan monedas apiladas o sueltas y ofrendas de comida:


Y por fin, el refugio 9, nuestro destino de la jornada. Creo que a unos 400 metros de la cima, ya empezaba a hacer frío, sobre todo si soplaba el viento:


Otro momento despejado (no penséis que estaba así). Intentando adivinar qué teníamos por delante:


Eso se supone que es la cima, pero en realidad no la estamos viendo:


El camino de subida. Como os habréis dado cuenta, desde la salida todo roca volcánica, tonos negros y rojos: 


Foto de grupo para celebrarlo:


Otro momento de claro entre la niebla, y foto:




Aquí también hay máquinas expendedoras, por supuesto. Como estas botellas no había visto. Fijaros en las 4 iguales de la segunda fila, son latas de un refresco de un héroe parecido a los Power Rangers:


El refugio no estaba mal. A la izquierda un pasillo con una serie de "habitanciones" en dos alturas, con espacio para 4 futones. Bueno, más o menos espacio, porque yo no podía estirar las piernas:


¡Cenar tempranito y a la cama, que de madrugada tendríamos que intentar la cumbre!

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